Ayudar a tu hijo a tener los huesos fuertes para la vida

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Charlotte es una especialista en nutrición y regulación de Fonterra, cuenta con un BSc en nutrición humana y un diploma de posgrado en ciencias de los alimentos.

Tener los huesos fuertes es importante para una vida activa y cuidar los huesos en los primeros años de vida es importante para poder mantenerte con movilidad al ir creciendo y llegar a la vida adulta.

La buena nutrición es clave para desarrollar huesos saludables y alcanzar  tu crecimiento potencial,  los lácteos tienen un papel particularmente importante para desempeñar, pero muchos niños y adolescentes no obtienen suficiente calcio.

Por qué debemos cuidar los huesos cuando son jóvenes

La infancia y la adolescencia es una buena oportunidad para que los huesos crezcan fuertes. Durante esta etapa de vida, grandes cantidades de calcio y otras sustancias están añadidas al hueso, el cual suma a la masa ósea y fortalece el esqueleto mientras crece. Alrededor de 90% de la masa ósea se establece antes de que su hijo cumpla 18 años, y logra la masa ósea pico en la edad adulta temprana. Acumular masa ósea tanto como es posible en los primeros años de vida puede maximizar la salud ósea a lo largo de la vida y reducir el riesgo de tener una fractura al envejecer. Así que es escencial tener una dieta saludable que ayude a fortalecer los huesos en los primeros años de vida.

¿Cómo los lácteos ayudan a fortalecer los huesos de tu hijo?

Los lácteos aportan varios nutrientes fundamentales, los cuales son importantes para crecer músculos y huesos fuertes en los niños y durante otras etapas de vida.

Proteína

La proteína es importante para la estructura de los huesos y constituye más o menos la mitad de su volumen. Obtener suficiente proteína es esencial para crecer los huesos, y los lácteos pueden ser una excelente fuente de proteína de alta calidad.

Calcio

El calcio es el mineral más importante para los huesos saludables. Mientras crecen sus huesos, más y más calcio se acumula en los mismos, llevando a una masa ósea aumentada. Durante su infancia, 150 a 200 mg. de calcio en promedio se acumula al día, pero se puede aumentar alrededor de 400 mg. al día durante la etapa de crecimiento. El calcio que se acumula viene de los alimentos que comen, y los lácteos pueden ser una excelente fuente de calcio que puede absorber más fácil que muchas otras fuentes alimentarias.

Fósforo

Después del calcio, el fósforo es el segundo mineral más abundante en el hueso y está depositado en cantidades bastantes grandes durante la infancia y la adolescencia. Esto hace al fósforo un alimento esencial para los huesos fuertes, y también los lácteos pueden ser una excelente fuente de fósforo.

Otros nutrientes

La vitamina D es particularmente importante para los huesos saludables porque la necesitan para ayudar a absorber el calcio de los alimentos, y convertirlo a huesos. Una falta de vitamina D puede llegar a tener raquitismo (huesos blandos). Nuestro cuerpo puede producir vitamina D en la piel cuando están expuestos al sol, pero debido a los riesgos de quemadura de sol y cáncer de piel, también puede que necesitemos obtener vitamina D a través de la dieta. La leche no es naturalmente una rica fuente de vitamina D, pero elegir un producto lácteo enriquecido con vitamina D puede mejorarlo. Así que recuerda checar la etiqueta para ver si la leche está enriquecida con vitamina D.

Otros nutrientes aportados en cantidades más pequeñas por la leche que también mantienen y ayudan a la salud ósea incluyen el zinc, el magnesio y el potasio.

¿La leche puede hacer que tu hijo sea más alto?

Cada niño tiene una altura máxima que puede lograr, la cual está definida por sus genes. Cuando los consumos de la energía y los nutrientes son insuficientes, es posible que los niños no logran su altura potencial. Así que, es importante darles a los niños la nutrición esencial para asegurar que logren su pleno crecimiento.

¿Cuántos lácteos debe consumir tu hijo?


Se recomienda que los niños consuman al menos 2 a 3 porciones de productos lácteos al día, incluyendo la leche, el yogur y el queso.