Mientras crecen tus hijos, su consumo alimentario total y sus necesidades nutricionales cambian enormemente.

A lo mejor no te sorprende que un niño de un año tiene hábitos alimentarios muy diferentes a un niño de ocho años. Sumado a tener una dieta balanceada de verduras, frutas y trigos integrales, obtener cantidades adecuadas de lácteos y otros alimentos ricos en proteína a sus dietas no solo puede ayudar a mantenerles satisfechos, sino que ayudará a desarrollarse bien.

Así que, ¿cómo nos aseguramos de que nuestros hijos obtengan suficiente proteína y cuánto es suficiente? Los niños tienen diferentes necesidades de proteína a los adultos. Esto es porque la proporción de proteína que necesitan de la energía no es tan alta. Mientras los niños requieren la proteína para el crecimiento y el desarrollo normal, la cantidad en que la requieren puede diferir con la edad y es peso. Sin embargo, es bueno saber que a los niños en Nueva Zelanda muy rara vez les falta la proteína en sus dietas.

La tabla abajo, basada en los Valores de Referencia de los Nutrientes para Australia y Nueva Zelanda, cuenta la cantidad mínima de proteína que tu niño debe consumir al día:

Por ejemplo, un niño que pesa alrededor de 15 kilos necesitará alrededor de 16 g. de proteína al día. Un niño de siete años que pesa alrededor de 22 kilos necesitará alrededor de 20 g. al día y una niña corriente de 11 años que pesa alrededor de 36 kilos necesitará al menos 31 g. al día.

¿Cómo se ve tener suficiente proteína para el crecimiento y el desarrollo?

Se encuentra la proteína en una gran variedad de alimentos que pueden atraer hasta los más remilgados para comer – incluyendo la carne desgrasada, los lácteos, el pollo, los huevos, las legumbres, las nueces y las semillas. El Ministerio de Salud recomienda proveer a los niños entre 2 a 3 porciones de lácteos y 1 a 2 porciones de otras fuentes de proteína al día. Así que, un vaso de leche o un envase de yogur, un par de rebanadas de queso y algún pescado o carne, o alternativas tal como nueces o legumbres, les ayudarán a obtener suficiente proteína en su día.

La tabla abajo muestra algunos alimentos que contienen fuentes de proteína que se pueden incluir fácilmente a la dieta de tu niño.

En términos prácticos, si un niño come cereal con leche para el desayuno, la mitad de un huevo con la comida y un ⅙ de una pechuga de pollo con la cena, más un vaso pequeño de leche antes de ir a dormir, definitivamente obtiene suficiente proteína. Un niño de siete años necesitaría comer un poquito más de proteína – puede ser tan fácil como darle yogur con la comida, un cuarto de una pechuga de pollo con la cena y/o un vaso más grande de leche antes de ir a dormir. También puedes incluir una merienda de nueces o queso por la mañana o por la tarde.

Comprender dónde encontrar buenas fuentes de proteína es una parte del viaje, ¡animar a tus niños que las coman es otra! Intenta involucrarlos en preparar y cocinar las comidas, anímalos a ayudar a hacer o preparar su propia lonchera cuando estén más grandes. Cuanto más se familiaricen los niños con los alimentos, lo más probable es que prueben nuevos alimentos. ¡Así que comienza a llevarlos a la cocina y prueba algunas de nuestras recetas!