Cinco consejos para cuidar tu salud intestinal

El intestino es uno de los lugares en donde los alimentos que consumimos se descomponen, y se convierten en nutrientes, que despúes se mueven a nuestras células, y luego nos ayudan a soportar todo nuestro sistema. 

Así que, es esencial que mantengamos el intestino en una buena condición.

En años recientes, la conexión entre el intestino y el cerebro se ha vuelto más y más evidente, tanto es así que al intestino se le pone el término ‘el segundo cerebro’. Al nutrir el intestino y tu salud digestiva, puede que abras la puerta a beneficios inesperados de bienestar. Todo comienza con lo que consumimos, luego cómo elegimos reaccionar a las señales y los síntomas que el cuerpo nos presenta de vuelta.

A continuación, te presentamos cinco consejos para cuidar tu intestino y tu salud digestiva:

 

1. Agua, agua, agua

La hidratación es clave para hacer funcionar sin problemas tus intestinos y para apoyar al proceso natural de desintoxicación de tu cuerpo. Si llevas una vida activa, es muy importante asegurarte que tomas suficiente agua. Se recomienda tomar aproximadamente 2 litros de agua al día. De todos modos, si estás muerto de sed, o sabes que has estado en el sol o sudando mucho, vale la pena aumentar tu consumo de agua.

2. ¡Qué vivan los probióticos!

Pero ¿qué son y por qué? Los probióticos son microorganismos vivos que se encuentran en algunos alimentos que pueden asistir a la digestión al elevar el número de bacterias amigables o ‘buenas’ que viven naturalmente en el intestino. Se cree que son moduladores importantes para la salud, operando por un sistema complejo para apoyar a muchas facetas de nuestro bienestar interno.

Comer una variedad de alimentos saludables ayuda a mantener un microbioma intestinal saludable, pero agregando alimentos probióticos a tu dieta en general puede ayudar aún más a tu salud intestinal. Los alimentos tal como el yogur, el kimchi, el chucrut, el kéfir y la kombucha contienen probióticos que pueden compensar la bacteria ‘buena’ y ‘mala’ presente en el intestino (nuestra ‘flora intestinal’).

En general, los beneficios fundamentales de los probióticos incluyen:

  • Mantener el número de ‘buena’ bacteria en el intestino
  • Asistir al balance natural digestivo

3. Respirar y las prácticas de meditación

Cuando tu cuerpo está bajo presión y está tenso, el sistema digestivo es uno de los sistemas más afectado en el cuerpo. Si está tenso y estresado tu cuerpo, puede automáticamente responder con la reacción de ‘lucha o huida’, despriorizando la digestión y otros procesos cotidianos. Al dar un paso atrás, reevaluando y calmando la mente y el cuerpo con respiraciones profundas y una práctica regular de meditación, puedes moverte de un estado de ‘lucha o huida’ a un estado de ánimo más tranquilo. Esto no solo permite un nivel de relajación más profundo, sino que también puede ayudar a la digestión. Hay disponibles algunas aplicaciones fantásticas que pueden ayudar a implementar una práctica regular de meditación – Headspace y Insight Timer son algunos favoritos del equipo Anchor.

4. Asegurarte de que tienes una dieta variada

Asegurarte de que comes alimentos de todos los grupos alimentarios puede ayudar a lograr tener un microbioma intestinal balanceado. Se cree que incluir una cantidad adecuada de fibra en tu dieta es particularmente importante para la salud intestinal.

Tomar un buen desayuno puede prepararte para todo día, incluso si implica levantarte de la cama 5 minutos más temprano. Probar algunos huevos encima de pan tostado integral con una guarnición de espinaca, o avena hecha con leche y coronada con fruta. Una opción rápida y fácil es hacer un licuado incluyendo fruta/verduras, trigos integrales y una fuente de proteína de calidad como el yogur o la leche. Tenemos una variedad de ideas para recetas diferentes aquí para ayudar a aumentar tu repertorio de licuados para estos días cuando no te alcanza el tiempo.

5. Ejercicio

Subir la apuesta con tu ejercicio, dentro de lo razonable, también podría seguir cambiando el componente de tu microbioma intestinal. En un estudio, investigadores dijeron que se dieron cuenta de los cambios al microbioma intestinal después de solo 6 semanas de ejercicio. De manera interesante, cuando los participantes volvieron a su vida sedentaria habitual, su microbioma intestinal volvió a como era antes que empezaron las seis semanas de ejercicio. 

El truco es asegurarte que sea un ejercicio que a ti te encanta, y que te encanta demasiado que lo quieres realizar constantemente. Si es inscribirte a clases en tu gimnasio local, encontrar un estudio de yoga, caminar o comenzar tai chi, hay algo para todos. Vale la pena explorar lo que te estimula las endorfinas y que adicional te ayudará a mantener el intestino en un balance saludable.